Rinomodelación
Otros Servicios
Tratamientos Quirúrgicos
Tratamientos No Quirúrgicos
La Rinomodelación es la rinoplastia sin cirugía, un gran avance de la medicina estética que te ayuda a verte y sentirte mejor sin cirugía ni hospitalización.
Consiste básicamente en la introducción de materiales biocompatibles (habitualmente ácido hialurónico) en unos puntos determinados de la nariz, a fin de rellenar depresiones, disimular la giba, subir la punta caída o regularizar asimetrías.
Se practica con anestesia local, y puede realizarse a cualquier edad, a partir de los 18 años.
Se trata de una técnica mínimamente invasiva y de resultados casi siempre inmediatos y espectaculares, siempre y cuando se trate de un caso adecuado a este tratamiento.
Previamente a la rinomodelación hay que hacer un estudio personal y fotográfico del caso y valorar si se puede tratar con esta técnica o si se precisa una rinoplastia clásica o una rinoseptoplastia.
El auge de la cirugía cosmética en los últimos años, ha impulsado el desarrollo de nuevas técnicas menos agresivas. En el caso de la rinoplastia y los tratamientos de estética de la nariz, podemos decir que es el avance más efectivo, cómodo y de riesgos mínimos.
Al menos tres de cada cuatro casos de restauración o modificación estética de la nariz pueden hoy tratarse sin cirugía.
Personas que nunca hubieran considerado cambiar su estética nasal, por no someterse a una cirugía, pueden ahora considerar hacerlo, puesto que una cirugía ya no es necesaria en la mayoría de los casos.
Con la rinomodelación se modifican los ángulos nasales, tanto el naso-frontal como el naso-labial y se rectifica el dorso, con el objetivo de ocultar los defectos o elevar zonas que lo requieran, obteniendo resultados casi siempre inmediatos. Aunque la nariz es el área central del procedimiento, también permite la corrección del mentón (mentoplastia) y otras áreas en el perfil del rostro.
Las mejores herramientas y materiales son muy convenientes, pero no son suficientes. Experiencia, habilidad técnica y sentido artístico son también necesarios. Las rinoplastias quirúrgicas que el profesional haya realizado previamente son muy valiosas, pues le aportan el conocimiento anatómico y práctico directo necesario para realizar una rinomodelación, que no es sino una rinoplastia mínimante invasiva, con diferentes posibilidades, diferente técnica e instrumentos y casi siempre con resultados mejores y más previsibles que con la rinoplastia clásica.
En la primera consulta de Rinomodelación realizamos una historia médica, se toman fotografías del paciente (momento en el cual se puede realizar una simulación virtual del resultado) y se evalúa la conveniencia y posibilidad de los cambios a realizar.
La primera sesión de tratamiento puede realizarse a continuación, dura unos 30 minutos y ya se obtienen resultados. Se realizan revisiones posteriores, generalmente al mes y a los tres meses, dependiendo de la evolución individual del tratamiento. Una de las ventajas del tratamiento es la inexistencia casi siempre de molestias o molestias mínimas postoperatorias, ya que no requiere cirugía; detalle que también favorecerá la ausencia de marcas o cicatrices, hematomas, equimosis, etc. El postoperatorio no, no requiere tapones, y suele ser sencillo y breve.
El costo o precio de la rinomodelación puede variar en cada caso y un presupuesto personalizado se realiza en la consulta.
Siempre es asequible, máxime comparado a cualquier otro tipo de técnica que requiera paso por el quirófano. Sin duda, es uno de los mejores métodos para mejorar la fisionomía sin cirugía de los pacientes que lo precisen.